lunes, 11 de noviembre de 2013

PAU DONÉS: "NACÍ CON DOS DONES LA DISLEXIA Y LA HIPERACTIVIDAD"

Saludos
Os dejamos esta entrevista al cantante de Jarabe de Palo, Pau Donés, hablando sobre su vivencia con la hiperactividad y la dislexia. 
¿Le preguntaron por la comida peruana en la conferencia de prensa?
En el Perú siempre me preguntan por la comida, y en Venezuela por las mujeres.  En Perú, aparte de mujeres muy guapas, tienen una gastronomía muy poderosa.  
Estudio Economía, ¿cierto?
Soy economista, pero músico de vocación. Yo nací con esa actitud. Sí se sumar a toda velocidad, porque la música es matemática pura. La Economía fue una imposición paterna. Algunos conceptos recuerdo. El costo marginal, la teoría de los conjuntos borrosos…
Y supo que tenía dislexia.
La sigo teniendo, no se va (risas).
Leí que la dislexia lo ayudó a convertirse en músico. ¿Es cierto?
Absolutamente. Yo nací con dos grandes virtudes: la dislexia y la hiperactividad. Entonces no se sabía lo que eran. Decían ‘este niño es tonto’, cuando era disléxico, o ‘muy movido’, cuando era hiperactivo. En mi época no había anfetaminas y los ácidos se los comían los hippies. ¿Y qué hizo mi madre? Me dio música. Vio que me calmaba. Me ponía Celia Cruz, Nat King Cole, jazz.
¿Pero por qué la dislexia le fue útil para crear música?
A los disléxicos nos va la cabeza muy de prisa. En algún momento es una confusión terrible. Los disléxicos estamos a cada rato parando la lectura porque tenemos que ver qué estamos diciendo realmente. Esto tiene que ver con la velocidad a la que nos va la cabeza y con nuestra capacidad para observar las cosas, y eso para la música es algo fenomenal.
Explíquese.
Los músicos somos cronistas de lo que vemos, y a veces hablamos de cosas de las que tú no has caído en cuenta. Por ejemplo, la canción de Jarabe de Palo, ‘Depende’. Dice: ‘¿De qué depende? De según cómo se mire, todo depende’. Fue un exitazo, pero es una obviedad tremenda. ¿Y han pagado por esto? Sí, y mucho (risas). Y yo lo expresé de esta manera porque soy disléxico, por mi capacidad para fijarme en las cosas. En este caso, la dislexia fue una gran aliada (risas).
‘Depende’ sonó mucho, pero con ‘La flaca’ se hicieron conocidos.
‘La flaca’ es la que nos presenta al mundo, nos pone en contacto con la gente. Vendimos dos millones de copias. Y nos dio la oportunidad de ir a América. Yo estaba desquiciado. Era impresionante. Fueron cinco años a full. Estaba en Lima, mañana en Miami, pasado en Madrid.  Llega un momento en donde todo eso afecta. Todos querían entrevistarnos.
¿Sigue ese interés por ustedes, o ya bajó?
No, ya bajó. Y es lo normal. El factor sorpresa, el factor grupo de moda, dura unos años.
¿Lo extraña?
No lo extraño, para nada. La etapa me encantó, pero… ya está. Aprendí que ya no quería volver a sentir que el tiempo pasaba delante de mí sin darme cuenta.  Ir de lado a lado, casi sin vivir.
Dicen que sus letras son muy simples. ¿Le molesta eso?
No, porque la sencillez es la máxima dificultad en la música. Emocionar con pocas palabras, con pocos acordes, eso es muy difícil.
‘Todo me parece bonito’. Es una frase simple y absoluta. Supongo que no todo le parece bonito en este mundo.
Es un sarcasmo absoluto. ¿Qué ocurre? Que poco a poco los medios han dejado de darnos información y nos venden tragedias, morbo, sangre, lo que quiere la gente. El ‘todo me parece bonito’ era un llamado a que los medios de comunicación nos contaran cosas buenas, también. Los humanos no somos solo monstruos.
Hablemos un poco de su país, España. La pasa mal. ¿Cómo lo ve?
Somos la España del Lazarillo de Tormes. Siempre nos encantó eso de que te vas y te robo la cartera. Siempre nos ha gustado ir de listos. Lo que exportamos a América fueron muy pocas cosas buenas. Y si me las preguntas, no te las sabría decir.
¿Y los políticos españoles?
La política ya no va de ideologías. A todos nos gusta vivir bien, tener nuestro coche, tener un sueldo para llegar a fin de mes, ir a un restaurante al menos una vez al mes. Y necesitamos políticos que gestionen bien nuestros impuestos. Lamentablemente nuestros políticos son unos gestores nefastos. Estamos arruinados, hemos engañado a nuestros socios comunitarios, que están muy cabreados, y encima no tenemos dinero, ¿y quién paga? Como siempre, el pueblo.  Y, te digo, nos han llamado todos los partidos, pero nunca van a disfrutar de nuestros servicios. Tremendos contratos que nos ofrecieron, un dineral. No, gracias, no apoyamos causas políticas. 

 Diario La República de Perú
08/11/2013

lunes, 28 de octubre de 2013

RECUPERAR EL LENGUAJE TRAS SUFRIR UN ICTUS


Una de las consecuencias más importantes de la persona después de un ictus, es la afectación del lenguaje: la afasia. Por consiguiente, es una de las primeras terapias de rehabilitación que se deben plantear en pacientes afectados, sobretodo teniendo en cuenta que el tratamiento más eficaz es el que empieza más temprano. Así pues, contra antes se empiece a tratar, mejor es el pronóstico.

De todos modos, antes de plantear una rehabilitación de las funciones más específicas del lenguaje, se debe prestar atención al resto de funciones cerebrales: la memoria, la orientación, la atención, la agnosia visual y auditiva, y las apraxias motoras y bucofonatorias. El estado de estas funciones ayudará a ver qué tipos de actividades se pueden hacer, la duración del tratamiento, la variabilidad de ejercicios que se le puede plantear a cada paciente, y el tipo de comunicación que podemos establecer, según la comprensión de órdenes sencillas a nivel oral y a nivel escrito. Con la valoración del estado de las funciones cognitivas y del lenguaje, nos plantearemos qué tipo de rehabilitación de lenguaje debemos seguir, y qué objetivos son los más importantes para iniciar el tratamiento.

Para empezar una rehabilitación del lenguaje, se debe explorar el lenguaje espontáneo, viendo, por ejemplo, si puede contestar a preguntas de quién es, dónde está y qué día es. A nivel de lenguaje espontáneo, comprobaremos si hay fluencia en el habla, para ello intentaremos fomentar la expresión de forma libre, preguntando lo que hay en una foto, o en la habitación donde se encuentra. Hay pacientes que tienen una fluencia de habla excesiva, logorrea, que muchas veces resulta en su totalidad incomprensible, y otros pacientes presentan enlentecimiento del discurso, es decir se observará una disminución de las frases y esfuerzo en la producción verbal.

Otro aspecto a valorar, del lenguaje, es la repetición verbal, ya que ésta nos ayuda a ver cómo están los procesos de percepción auditiva y fonémica del habla, por ejemplo, podemos hacer que al poner la mesa repita con nosotros los objetos que se van poniendo.

De la misma forma, se valora la denominación de objetos, donde podemos ver si las puede pronunciar, si se equivoca y dice palabras parecidas de sonido o de la misma categoría semántica, o hay ausencia de respuesta. Más importante todavía es saber si nos entiende, cómo está lacomprensión, podemos saberlo preguntando que se señale la nariz, o que nos dé un objeto que se encuentre delante de él. De la misma manera, también hay que evaluar cómo se encuentran lalectura y la escritura, ya que pueden presentar alteraciones igual que en comprensión y expresión oral.
Una vez evaluado en qué grado está afectado el paciente en cada uno de los aspectos del lenguaje que ya hemos comentado, se tiene que establecer un plan de rehabilitación específico para el lenguaje. Hay diversos tipos de rehabilitación, si la afectación es más leve, recurriremos ejercicios de facilitación donde a través de una serie de claves ayudaremos a activar información que el paciente conserva, pero que no es capaz de activar, le podemos preguntar cómo se llama, el nombre del objeto que usamos cuando llueve, y para ayudar a evocar el nombre, podemos dar una imagen que lo represente.
En otro caso, tendremos que plantear unreaprendizaje o restablecimiento de las habilidades que ha perdido la persona. Por ejemplo, si se ha perdido el conocimiento del sonido de las letras para poder leer, intentar volver a enseñarle este tipo de conversión. También se pueden plantear estrategias de reorganización donde se intenta llegar a la información, pero no por medios habituales, sino a través de otros procedimientos, por ejemplo hay pacientes que no pueden llegar a través del habla normal, y les podemos ayudar a acceder al lenguaje o a las palabras a través de canciones o melodías. Por último, si el paciente no puede llegar por ninguna de estas vías, se puede plantear una adaptación o compensación de las habilidades, donde el objetivo es sustituir la habilidad perdida. Por ejemplo, si no son capaces de comunicarse verbalmente, probaremos que nos expliquen a través de imágenes.
Y ¿Cómo podemos ayudar a estos pacientes en el día a día?
En casa les podemos ayudar preguntando el nombre de los objetos cotidianos, los que usa habitualmente, también podemos incitar a que nos explique qué quiere para comer, si recuerda qué ingredientes tenía ese plato que tanto le gusta, que explique qué pasos debe seguir para hacer una tortilla, que cante canciones conocidas… Este tipo de tareas fomentan la utilización del lenguaje, y potencia el restablecimiento de las mismas, en la medida de lo posible, según el alcance y la progresión de la lesión cerebral.
En la rehabilitación del lenguaje, los objetivos terapéuticos se focalizan en dicha función cognitiva, y no es lo mismo que plantear una rehabilitación cognitiva integral, en la que, a parte de trabajar con las habilidades comprometidas, intentará también trabajar las funciones cerebrales preservadas, para maximizarlas y mantenerlas lo más activas posibles para que, si es necesario, ayuden a compensar las funciones específicas perdidas o alteradas.

NÚRIA CATALÁN
LOGOPEDA

martes, 8 de octubre de 2013

MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO

Hablar en público es, para muchos, una auténtica pesadilla. Pongámonos en situación. Estamos en un escenario con la única compañía de un micrófono y un atril. A nuestros pies, decenas de ojos nos observan con atención. La sangre palpita con fuerza en nuestros oídos, y sentimos cómo las primeras gotas de sudor comienzan a poblar nuestra frente. Tenemos la boca seca y los nervios a flor de piel. No es para menos. Somos el centro de atención. Y paradójicamente, nosotros no sabemos dónde enfocar la nuestra. La adrenalina recorre cada rincón de nuestro cuerpo, haciéndonos conscientes de nuestra posición de extrema vulnerabilidad. Nos sentimos evaluados. Expuestos. Cientos de pensamientos se atropellan en nuestra mente y nuestra lengua se niega a cooperar. Y nuestra inseguridad da paso al miedo. A no estar a la altura, a sentirnos inadecuados, incompetentes, incapaces…y, sobretodo, a convertirnos en el hazmerreír de nuestros interlocutores.

Éstas son algunas de las emociones que nos asaltan mientras nos sometemos al escrutiniode los demás. Para algunos, se trata de una pesadilla recurrente. En su forma más extrema, se denomina glosofobia, una de las fobias con mayor índice de recurrencia, por encima del miedo a las arañas, a volar e incluso a la muerte. Según un estudio de la universidad de California, hasta el 75% de los individuos padece de miedo a hablar en público. Es decir, que tres de cada cuatro personas sufre algún tipo de ansiedad cuando se enfrenta a una situación de estas características. Inoportuna y traicionera, nos delata acelerando los latidos de nuestro corazón y haciendo temblar nuestra voz. En su nombre nos convertimos en esclavos de la inseguridad, lo que nos lleva a buscar –ya sea consciente o inconscientemente– el respeto, la aceptación y la valoración de los demás.
¿Cuántas veces nos comportamos como ‘se supone’ que tenemos que hacerlo simplemente para no enfrentarnos al juicio de quienes nos rodean? ¿Cuántas veces nos callamos para evitar compartir una opinión contraria a la de la mayoría? Posiblemente, más de las que nos gustaría. Es uno de los efectos más comunes del ‘miedo al ridículo’, una plaga invisible que a menudo azota nuestras vidas. Una de sus características es que nos impide vivir desde laautenticidad y mostrarnos tal como somos. Especialmente cuando nos encontramos en situaciones de potencial humillación. De ahí la importancia de comprender cómo se desencadena, para qué sirve y, sobretodo, de qué manera podemos regular esta emoción.
La trampa de la ansiedad
“Orador es aquel que dice lo que piensa y siente lo que dice”, William J. Bryan
Hablar en público no sólo es un arte, sino también una necesidad. Resulta imperativo en muchas de las áreas de nuestra vida. Para realizar preguntas a un profesor, para expresar una opinión en un debate o en un coloquio, para exponer dudas o mostrar nuestrodesacuerdo… Y aún más en el ámbito profesional, en los que las presentaciones, las ponencias y las conferencias están a la orden del día. Al fin y al cabo, es el único modo de expresar y compartir nuestras ideas. De ahí que resulte vital atrevernos a enfrentarnos a nuestras limitaciones y salir de nuestra zona de comodidad. Sólo así podremos trascender nuestros miedos y superar nuestras inseguridades.
Cierto grado de ansiedad es normal a la hora de hablar en público, e incluso puede ayudarnos a estar preparados para afrontar el reto. Pero para muchas personas esta emoción es tan intensa que pueden incluso llegar a bloquearles por completo. Además, cabe la posibilidad de traspasarla a otros ámbitos de nuestra vida, optando por evitar o escapar de situaciones que potencialmente puedan provocarnos ansiedad. Si aspiramos a convertirnos en maestros de hablar en público –o por lo menos enfrentarnos a nuestros miedos y la temida parálisis- podemos empezar por ejercitar el músculo de la voluntad. No nacemos siendo excelentes oradores, pero sin duda podemos trabajar para desarrollar esta habilidad. La clave está en dejar de ocultarnos o de tratar de pasar desapercibidos y optar por mostrarnos.
A muchas personas les cuesta ponerse delante de una audiencia y transmitir de forma convincente y auténtica sus ideas. De hecho, muchas presentaciones pasan desapercibidas o directamente resultan pesadas o tediosas a causa de los nervios y la predisposición del ponente. De ahí la importancia de investigar y aplicar algunas herramientas que nos pueden resultar de utilidad en una situación de estas características. Resulta importante preparar concienzudamente nuestra intervención. El primer paso es definir cuál es el propósito de nuestra ponencia -¿pretendemos convencer, enseñar o motivar?- y cuál es el mensajeprincipal que queremos transmitir. También es fundamental conocer la materia que vamos a exponer, preparar la información y organizarla bien. Podemos elaborar la presentación entorno a tres o cuatro ideas principales, elaborando el resto a partir de estas.
Ensayar previamente también ayuda a ganar en confianza. Es importante practicar en voz alta, a poder ser delante de nuestra pareja, amigos o familia, como si nos encontrásemos ante el público. Los primeros segundos son clave para causar una buena impresión, y a veces la honestidad es la mejor baza. Si nos quedamos bloqueados en medio de la charla, lo mejor es confiar en los apoyos audiovisuales y las notas que nos acompañan. Tan sólo hace falta centrar nuestra atención en ellas, tal vez beber un poco de agua, y retomar la disertación.
Otro punto fundamental es creer en lo que estamos diciendo. Cuando compartimos un mensaje en el que creemos de verdad, nuestra convicción trasciende cualquier posible miedo. También conviene señalar que en el momento de hablar en público cada uno de nosotros pensamos y nos decimos una serie de cosas que pueden contribuir a mejorar o a empeorar nuestra actuación. No es lo mismo pensar “me voy a equivocar” que “puedo hacerlo”. De ahí la importancia de prestar atención a nuestro diálogo interno, y recordar que a veces nosotros somos nuestra mayor limitación. Pero lo más importante de todo es no tomarnos demasiado en serio, pues esa es la fuente de la mayor parte de nuestros temores. Si nos centramos en el mensaje más que en el mensajero –es decir, nosotros- nos convertimos en vehículos al servicio de un propósito que nos trasciende.
Las gafas de la percepción
“La confianza en uno mismo es el secreto del éxito”, Ralph W. Emerson
La única manera de aprender a gestionar el miedo a hablar en público es trabajar sobre nuestra percepción, regular las gafas que nos dan información sobre cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo nos ven los demás. En este proceso, comenzamos a adueñarnos de nuestros pensamientos, especialmente en este tipo de situaciones, que pueden limitar nuestra eficacia profesional y nuestro bienestar personal. Y ganamos el coraje necesario para dejar de evitar las situaciones en las que nos tenemos que exponer. No en vano, para sumar en confianza y restar en inseguridad, el primer paso es atrevernos a mostrarnos sinprotecciones. Y una buena manera de lograrlo es enrolarnos en un proceso creativo. El teatro terapéutico, por ejemplo, nos brinda una oportunidad única de enfrentarnos a labarrera que nos impide mostrarnos tal y como somos: nuestros miedos.
Lo cierto es que la interpretación puede resultar un vehículo inmejorable para dar salida a emociones y sentimientos, además de una estupenda plataforma para practicar el arte de hablar en público. Este proceso nos ayuda a olvidarnos de nosotros mismos y, sobretodo, de lo que los demás piensan de nosotros. En última instancia, aprender a exponernos y a reírnos de nosotros mismos es uno de los remedios más eficaces que existen contra el miedo al ridículo, pues nos aporta perspectiva y contribuye a normalizar esa situación que tanto nosincomoda.
Liberarnos del miedo a hablar en público pasa por conquistar nuestra propia autoconfianza, el mejor antídoto contra ese temor que nos impide avanzar. De ahí la importancia de conocernos a nosotros mismos y de entrar en contacto con una visión más objetiva de nuestra propia identidad, que nos permitirá cuestionarnos y comprometernos con nuestro desarrollo como personas. De este modo seremos capaces de tomar las riendas de nuestra vida, conectando con nuestra autenticidad. A hablar en público se aprende hablando en público, y cada vez que nos lo proponen nos ofrecen la oportunidad de mejorar. Podemos optar por quedarnos en nuestra zona de comodidad, viviendo a merced del miedo al ridículo…o podemos apostar por mostrarnos tal y como somos, atreviéndonos a compartir nuestra vulnerabilidad.
© Extracto del artículo publicado en el suplemento de La Vanguardia ‘Estilos de Vida’ (ES)
IRENE ORCE

lunes, 23 de septiembre de 2013

LOS EBOOKS FACILITAN LA LECTURA A LAS PERSONAS CON DISLEXIA

Las personas con dislexia se van a beneficiar de los libros electrónicos o ebooks a la hora de mejorar su capacidad de lectura. Los ebooks, según un estudio que se publica en PLos ONE, son más fáciles de leer que los de papel. La razón, según el autor del trabajo, Mathew Schneps, Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísca (EE.UU.) puede estar en que los ebooks contienen líneas más cortas que los de papel, y no en el uso en sí mismo de libros electrónicos.
Para el estudio, los autores compararon la comprensión y velocidad de lectura de 100 voluntarios con dislexia en libros de papel o en ebooks. Los expertos vieron que aquellos a los que les costaba mucho leer, lo hacía con mayor facilidad en los ebooks que en los libros tradicionales. De hecho, los voluntarios con limitada capacidad de atención visual tenían una mejor comprensión del texto en los lectores electrónicos que en los de papel.
Los resultados sugieren que las líneas cortas, con menos palabras, como las que muestran en los lectores electrónicos, pueden ayudar a algunos lectores disléxicos lectores a centrarse en palabras individuales, eliminando así el texto presente en la misma línea que potencialmente podía distraerlos.
S. GUTIERREZ- ABC

miércoles, 18 de septiembre de 2013

PORQUÉ Y PARA QUÉ LEER CUENTOS A LOS NIÑOS

Introducción
¿Por qué contar o leer cuentos a los niños? Se nos ocurren tantas y tan variadas razones que se nos aturulla el teclado. Por eso nos limitaremos a hablar con el corazón, de la mano de expertos como Ros i Vilanova, Abril, Caivano, Filion o Savater.
Contar cuentos es una tarea apasionante, motivadora y gratificante, no sólo para el oyente sino también para el narrador. Éste posee un poder inmensamente maravilloso e iniciático, ya que a través del cuento todo lo que el niño conoce cobra movimiento y actúa de formas irreales, mágicas e incluso absurdas que llenan su universo mental de matices oníricos, catárticos y evocadores.
Los cuentos están poblados de situaciones y personajes reales o fantásticos que el niño puede evocar mental y verbalmente, pero el poder de la palabra y el gesto del narrador les confieren una magia y un sabor indescriptibles.
El niño, desde bien pequeño, sabe que lo que se le cuenta no es real (¡un lobo hablando con una niña, qué absurdo!), pero lo acepta regocijado porque cuando lee o escucha un relato no está buscando certezas ni confirmaciones científicas de la realidad, sino trasgresiones y puertas para penetrar en el agujero negro (en esta ocasión, recubierto de un esmalte multicolor) de la fantasía, la irrealidad y los imposibles satisfechos.
La utopía hecha cotidianidad, lo paranormal traducido en lo políticamente correcto, lo onírico, lo realista, lo íntimo y lo exterior, la exuberancia y la sencillez, la brutalidad y la ternura, lo pretérito, lo presente y lo por venir, lo modestamente mío y lo gozosamente nuestro… todo explota en un arco iris jacarandoso cuando es tocado por la pluma del escritor o por el exultante y creativo pincel del ilustrador.


Las mil y una virtudes de los cuentos
La narración o lectura de cuentos a los niños reúne un amplísimo repertorio de «indicaciones» que hacen de este brebaje un alimento imprescindible tanto para el cuerpo como para el espíritu. Esbozaremos algunas pinceladas para que los padres se convenzan de la idoneidad de este «complejo vitamínico».

«Eso también me pasa a mí». el niño que vive el acto aparentemente pasivo de escuchar –nos recuerda Roser Ros– confronta constantemente lo que oye y lo que podría haberle ocurrido a él. En esos instantes, se está produciendo un verdadero acto de comunicación durante el cual el chiquillo ha captado tan intensamente el argumento que le está ofreciendo el adulto que le cuenta que necesita hacérselo saber con su contacto físico, pues todavía es demasiado pequeño para expresarlo con palabras.
La narración no interesa tanto por su valor literario como por el mágico encuentro del pequeño con el otro, madre o padre, con el que se fusiona íntimamente para –como dice Fabricio Caivano– «sentirse raptado por la palabra, poseído por la narración y devuelto, sano y salvo, a esta orilla de la vida». Este encuentro se complementa con el descubrimiento de los otros seres que habitan en cada uno de nosotros y que el niño reconoce al identificarse con los diversos personajes de los relatos.
La narración enriquece el oído emocional del niño, su sentido más puro y el menos contaminado por el «ruido» del entorno (la imagen distorsiona la representación que el niño hace de la historia; la musicalidad y la belleza de la palabra oída no requiere intermediarios).
Sobreviviendo a la realidad. Fernando Savater arguye que el relato ayuda al niño a evadirse de la opresión del entorno, de los atroces peligros del crecimiento y la respetabilidad. Los cuentos no dicen que la vida sea idílica, tranquila, armónica, siempre gratificante: dicen que para quien lucha bien, la vida es posible sin dejar de ser humana.
El abrazo amoroso de la literatura. Acurrucado en brazos de sus padres, el niño descubre la maravilla de la palabra escrita y siente el deseo de conocer los códigos de la lectura, esos pequeños dibujos que llamamos letras y palabras. Cuando el adulto le lee –ahora es Rolande Filion quien nos habla– el niño hace predicciones sobre lo que sigue y poco a poco organiza el cuento en su memoria. Si el padre responde a sus preguntas, el niño se volverá activo y se interesará por los libros. Más tarde, apoyándose en las ilustraciones, reproducirá la experiencia de lectura a dúo y revivirá el placer que le produjo.
Satisfacen las necesidades oníricas de los niños. El niño escucha con los cinco sentidos ese cuento que le narra su madre porque se siente fascinado y nota que se sacia una de sus necesidades vitales: la de soñar. Como decía Paul Auster en su magnífico libro La invención de la soledad, «si los seres humanos no pudieran soñar por las noches se volverían locos; del mismo modo, si a un niño no se le permite entrar en el mundo de lo imaginario, nunca llegará a asumir la realidad. La necesidad de relatos de un niño es tan fundamental como su necesidad de comida y se manifiesta del mismo modo que el hambre».
Intercambio excelso de sentimientos. Cuando los padres cuentan un cuento a su hijo estalla una miríada de sentimientos exuberantes: el adulto ofrece al niño el regalo impresionante y conmovedor de la palabra y el pequeño le devuelve su mirada más fascinada y entregada, esa que brota del alma y deletrea cada uno de los matices de la gratitud.
Los regalos de los cuentos. Los cuentos ofrecen al niño multitud de regalos. De la mano de Paco Abril iremos desgranando algunos de ellos.
  • Le brindan el regalo del afecto. Cuando le contamos un cuento a un niño le estamos diciendo, sin palabras: «Te lo cuento porque te considero, te valoro, te tengo en cuenta, es decir, porque te quiero». Las palabras con las que están escritos los cuentos para ser efectivas tienen que ser afectivas.
  • Sacian su hambre de ficción. Cuando los niños tienen apetito de un relato oral están pidiendo que conmuevan su corazón, con el tipo de emoción que sea (inquietud, incertidumbre, tristeza, esperanza, alegría...).
  • Le liberan: de la tensión que les produce a veces su realidad, le alejan de la opresión de lo cotidiano, de las normas, las imposiciones, los avisos, las recomendaciones y las recriminaciones.
  • Le ofrecen modelos para identificarse con ellos: los personajes de los cuentos, sus caracteres y las vicisitudes por las que atraviesan, permiten al niño entender sus propias circunstancias y sentimientos.
  • Contagio de la pasión lectora. Si los libros que narramos o ponemos en manos del niño son estimulantes se sentirá impelido a seguir leyendo, porque la miel que pusimos en sus labios será un estímulo ineludible para aprender a leer y experimentar por sí mismo todas las deliciosas texturas que encierran los libros.
  • Acicates para la búsqueda de conocimiento. Asimismo, el niño deseará acceder a libros de conocimientos que le plantearán interrogantes, en los que buscará respuestas y con los que podrá satisfacer su innata ansia de saber. De ese modo se despertará su curiosidad y se sentirá estimulado a investigar.
  • Alas para la imaginación. Si la curiosidad es la fuente del conocimiento, la imaginación es el abono con el que ambos se hacen más fértiles. El niño que habita un entorno estimulante y respetuoso con sus «devaneos» fantasiosos siempre irá un paso por delante en su itinerario vital porque su imaginación le hará anticipar, intuir, adivinar lo que en cada momento sólo es utópico e irreal, pero que con el tiempo podrá transformarse en realidad.

Resolución de conflictos en los cuentos infantiles
El niño se mueve en un torbellino de conflictos emocionales en el que la alegría y la tristeza, la euforia y la depresión, la intrepidez y el miedo, el amor y el odio, el activismo y la apatía se suceden vertiginosamente, desconcertando no sólo a los adultos del entorno sino también a él mismo. Muchos de estos conflictos están provocados por la dicotomía psicológica y afectiva entre el bien y el mal.
A veces estos impulsos o pasiones son manifestación de los desarreglos propios de la maduración y el crecimiento. Pero en otras ocasiones exteriorizan, más o menos solapadamente, graves conflictos para el niño, tanto objetivos como subjetivos (no olvidemos que el adulto debe captar no sólo lo que le pasa al pequeño sino también cómo interioriza lo que le sucede, cómo se siente).
La vacuna más eficaz contra estas «enfermedades del corazón» no es otra que el amor, la ternura y la comprensión con la que padres y maestros arropan al niño en esos momentos tan delicados. Pero a veces el adulto se encuentra con un obstáculo: sin duda ama profunda y sinceramente a su hijo, pero no sabe el modo de ayudarle ni las herramientas de que puede servirse para hacerle más llevadera su complicada travesía hacia la madurez.
Los cuentos pueden ser una de esas llaves hacia el sosiego interior y la comprensión de nuestros propios conflictos. Mediante ellos, el adulto, en una primera fase, dará de beber al niño (para más tarde beber con él y, finalmente, beber de su mano) historias en las que comprenderá, sobre todo, que no está solo, que lo que le sucede es normal y que en cada rincón del planeta anidan niños que como él sienten, sufren, ríen y gozan.
Con los cuentos aprenderá también que los sentimientos no son puros e incompatibles: nada ni nadie es inmaculadamente bueno o irremediablemente malo; se puede sentir alegría y lástima a la vez; alguien puede sernos simpático en unos aspectos y rechazable en otros; un libro puede apasionarnos al tiempo que nos causa desazón o miedo en algunos pasajes…
Los cuentos que narremos a nuestros hijos, y los que más tarde leerán por sí mismos, habrán de ofrecerles personajes coherentes y creíbles que les ayuden a ajustar sus esquemas y a aceptar que es normal que todos dudemos y sintamos un abanico multicolor de emociones. Pero al mismo tiempo, le invitarán a ir construyendo una personalidad equilibrada, en la que los errores tendrán cabida,si bien las incoherencias y contradicciones deberán ser una excepción.
Cuando el niño es pequeño los personajes de los relatos, sobre todo en la mayoría de los cuentos de hadas y populares, suelen tener perfiles muy marcados y sus estrategias para enfrentarse a los problemas habrán de ser muy diferentes de unos tipos a otros: el malvado no puede ser tierno, el bueno no puede provocar destrucción…
El niño en un momento dado se identificará con el personaje malvado, con el desobediente, con el que tiene comportamientos políticamente incorrectos… Y padres y maestros aprovecharán la ocasión para demostrarle que, aunque el adulto no apruebe dichas formas de actuar, siempre estará a su lado dispuesto a abrazarle.
Los cuentos ayudarán también al niño a comprender que el camino de la vida es difícil, pero maravillosamente fascinante. Escondidos entre sus palabras, agazapados entre sus páginas, descubrirá un sinfín de recursos para ir venciendo las dificultades: imaginación, creatividad, simbolización, relativización, sublimación, pensamiento crítico, autoestima…
El cuento ayudará al pequeño a perder el miedo a ser débil, temeroso, dubitativo... Al mismo tiempo le animará a pensar por sí mismo, a discrepar del entorno, a tomar decisiones... En una palabra: a entenderse y amarse a sí mismo tal como es y a forjar su futuro.
Pero, ojo, no creamos en los valores «terapéuticos» de la Literatura Infantil. No la concibamos como un antídoto mágico contra nada. No esperemos de ella poderes sanadores sobrenaturales. Los libros no solucionarán ningún problema del niño. Pero le pondrán en el camino de encontrar sus propias respuestas y encontrar sus salidas personales e intransferibles.

Lectura y miedos
Todos los niños pasan a lo largo de su infancia por un periodo más o menos prolongado y tortuoso de temores tanto diurnos como nocturnos: miedo a la oscuridad, a la soledad, al abandono, a la muerte, a perder el amor de los padres, a las tormentas, a diversos animales (lobos, serpientes, arañas...), a la violencia, a las catástrofes naturales, etc. Aunque pudiera parecer lo contrario, esta etapa es absolutamente necesaria para el pequeño porque le ayuda a cimentar correcta y sólidamente su estabilidad emocional.
La condición indispensable para un desarrollo natural y positivo de este periodo es que el adulto ayude al niño a exteriorizar sus miedos. Para ello será muy cuidadoso en su respuesta ante las manifestaciones temerosas del niño. Habrá de ser delicado y amoroso en su lenguaje (evitando expresiones del tipo: «¡pero mira que eres gallina!»), en sus respuestas físicas (aceptando el abrazo con dulzura y calidez) y en su acogimiento emocional (una sonrisa rebosante de ternura es el antídoto más agradable y eficiente para la angustiosa sensación de abandono que provocan los miedos infantiles).
Los cuentos son un recurso fabuloso para que el niño, solo o con la mediación del adulto, pueda ir superando sus miedos. En la Literatura Infantil el pequeño encontrará multitud de personajes que viven sus mismas experiencias y sentimientos de temor. La resolución del conflicto que ofrece el texto aliviará al lector y, como ya hemos dicho, le hará comprender que lo suyo es «normal» y de ese modo no se sentirá solo.
El miedo es necesario para el adecuado desarrollo emocional del niño. Si ante sus temores el niño percibe que los adultos rehúyen el tema, lo censuran, reaccionan despreciativamente o no reconocen sus propios miedos, la angustia del pequeño se incrementará. La literatura para niños está afortunadamente repleta de ogros, brujas, monstruos y otros seres espeluznantes, gracias a los cuales el niño se libera al materializar sus angustias y deshacerse de ellas con la derrota del dragón, la muerte de la bruja o la huida sin regreso del ogro devora-niños.
Es por eso por lo que el niño busca los cuentos que contienen escenas «peligrosas» o incluso llega a sentir cierta simpatía por los personajes malignos (le encanta el lobo porque sabe que –¡pobrecito!– acabará en el pozo con la barriga llena de piedras).
Es importantísima la actitud del adulto que narra estas historias a los niños porque la sensación de angustia de ciertos cuentos no está tanto en el propio texto cuanto en la actitud del narrador y el tono que emplea. El pasaje puede ser aterrador, pero el niño gozará, tanto conceptual como emocionalmente, si se siente acogido amorosamente por el padre que crea una atmósfera cálida para regalarle la magia de la palabra. Ojo, por tanto, con los relatos que contengan escenas de terror excesivamente explícito o con la creación de ambientes que, en lugar de acompañar al niño, le opriman y traumaticen. Y huyamos como de la peste de esas sesiones de cuentacuentos que para impresionar a los niños les aterrorizan provocando su llanto.

Conclusiones
Esperamos que los padres hayan descubierto algunas de las virtudes y utilidades de los cuentos para sus hijos. Ahora sólo tienen que sentirse capaces de acercárselos de un modo atractivo y amoroso para que sean los propios niños quienes, paso a paso, vayan dibujando su itinerario vital de lectura.
A los padres les aconsejamos también que pidan –incluso que exijan– a los maestros que enseñen a sus hijos a leer de modo que puedan descubrir que los libros esconden un universo infinito, un manantial inagotable de alimento para su mente, pero también para su imaginación y su capacidad de soñar.
Kepa Osoro

lunes, 16 de septiembre de 2013

DISFEMIA, HABLAR SIN MIEDO

Hablar en público es la peor pesadilla de muchos pero, para los disfémicos puede ser todo un infierno.

Los primeros síntomas aparecen desde los tres o cuatro años de edad, momento en el que el niño comienza a desarrollar el habla. Ahí, los padres deben estar pendientes de la manera en que su hijo trata de expresarse.

“No se debe confundir con lo que llamamos ‘disfluencias normales evolutivas de la edad’. Al principio, los niños no van a terminar nunca una idea y son los padres los que deben ayudarle a hacerlo, eso es normal. Si esta situación se prolonga, entonces hay que ver a un especialista”, puntualiza la logopeda Elisabeth Dulcet, Secretaria Técnica del Consejo General de Colegios de Logopedas.

Consultar a un experto a tiempo hace la diferencia pues, mientras que en niños el problema desaparece un 99%, en adultos solo se controla, trayendo consigo baja autoestima y miedo a hablar con los demás.

“Lo que rodea a un disfémico son los complejos que se contraen. Si salen de casa, tratan de comunicarse lo menos posible, no quieren coger el teléfono nunca y su autoestima se ve afectada por la enfermedad”, señala la psicóloga Elena Borges.

El complejo camino a la palabra
Mientras que la aparición de esta enfermedad durante los primeros años de vida no tiene una causa genética conocida, en los adultos hay dos motivos principales: un mal tratamiento del problema durante la infancia o algún accidente a nivel neurológico. A éste se le llama disfemia adquirida y puede afectar a cualquier persona.

“Se adquiere por enfermedades que producen alteraciones en una parte del cerebro, sobre todo accidentes cerebrovasculares, ictus, traumatismos cardioencefálicos, tumores e infecciones”, señala el neurólogo Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología.

Todos estos males pueden dañar las conexiones involucradas en la compleja función del habla y, como detalla el especialista, cualquier error en el sistema consigue que se pierda esta tarea que realizamos a diario y que nos parece tan sencilla.

“Cuando se produce el tartamudeo el problema está en la anticipación que necesita el cerebro para que la palabra que queremos decir salga fluida y enlazada. Antes que se diga algo, se piensa, se crea en el cerebro. Ahora es sencillo, pero con disfemia se pierde esa capacidad de seguir la secuencia”, comenta el especialista.

La disfemia en adultos representa un doble esfuerzo pues, además de trabajar en disminuir el tartamudeo, hay que hacerlo con la seguridad de la persona, ya que el sentimiento de inferioridad empeora el habla
.
“Hay una predisposición negativa para hablar en público, buscar pareja o hasta realizar una entrevista de empleo. Todas esas situaciones representan estrés y el estrés empeora la fluidez de las palabras”, detalla la logopeda Elisabeth Dulcet.

Jorge VI de Inglaterra
“Se les enseña a respirar, así como métodos de relajación. Se les da un enunciado y ellos van respirándoloe imitándolo. También hay otro ejercicio en el que se les pone un libro al frente para que vayan repitiendo las palabras hasta que logren lanzarlas en un solo golpe de voz”, detalla Elena Borges.

Otra técnica es la de enseñarle al enfermo a recitar las frases y hasta cantarlas, así se guiarán más por el ritmo y no pensarán tanto en la manera en la que salen las palabras.
En caso de tratarse de un problema neurológico, el médico también se apoya en estas dos especialidades, al tiempo que trata la enfermedad.

“Se intenta que los mecanismos que tiene el cerebro para repararse se pongan en marcha. Si es un tumor, se opera y muchas veces, la recuperación es completa”, explica el neurólogo, Carlos Tejero.

Paciencia es la clave para comenzar a ver resultados en un tratamiento contra la disfemia. Lo importante es no rendirse, seguir los ejercicios y confiar en que no importa la forma, sino el fondo.

“Muchas veces ayuda el enfocarse en algún movimiento de dedos o en otra actividad en lugar sólo de pensar en que se tiene que hablar”, comenta el neurólogo.

Curiosamente, los tres expertos encontraron el mejor ejemplo de esto en la cinta “El Discurso del Rey”, película en la que se retrata la tartamudez del rey Jorge VI y la manera en que la superó gracias a que buscó ayuda, justo como debe hacer todo aquel que sufra este problema. 

AGENCIA EFE

miércoles, 4 de septiembre de 2013

TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE

Saludos

Os dejamos un interesante vídeo de la logopeda Gina Conti que nos explica que es el Trastornos Específico del Lenguaje.



Si consideras que tu hijo o hija puede estar afectado no dudes en contactar y nuestro equipo de logopedas le ayudará en su problema.

Un saludo

martes, 30 de julio de 2013

LA DURACIÓN DE LA LACTANCIA, ASOCIADA A LA INTELIGENCIA DEL NIÑO

La lactancia materna está asociada con un mejor lenguaje receptivo a los 3 años de edad y la inteligencia verbal y no verbal a la edad de 7 años, según un estudio publicado por JAMA Pediatrics. La evidencia apoya la relación entre la lactancia materna y los beneficios para la salud en la infancia, pero el grado en que la lactancia materna conduce a un mejor desarrollo cognitivo es menos seguro, de acuerdo con el fondo de estudio.

Mandy B. Belfort, del Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos, y sus colegas examinaron las relaciones de duración de la lactancia y la exclusividad con la cognición infantil en las edades de 3 y 7 años, así como la medida en que el consumo de pescado durante la lactancia materna se asocia con la alimentación infantil y la cognición más tarde. Los científicos usaron pruebas de evaluación para medir la cognición.

"Una mayor duración de la lactancia materna se asoció con una mayor puntuación a la edad de 3 años en el 'Peabody Picture Vocabulary Test' y con mayor inteligencia en la Prueba de Inteligencia Breve Kaufman a la edad de 7 años, "de acuerdo con los resultados del estudio. Sin embargo, la investigación también detectó que la duración de la lactancia materna no se relacionó con la evaluación de amplio rango de la memoria y las puntuaciones de aprendizaje.

En cuanto a la ingesta de pescado (menos de dos porciones por semana frente
a dos porciones o más), la relación entre la duración de la lactancia materna y la evaluación de amplio rango de las habilidades motoras visuales a los 3 años de edad parece ser más fuerte en los hijos de mujeres con mayor consumo de pescado frente a las que lo ingieren menos habitualmente, aunque este resultado no fue estadísticamente significativo, indican los resultados del análisis.
"En resumen, nuestros resultados apoyan una relación causal de la lactancia materna en la infancia con el lenguaje receptivo a los 3 años y con el cociente de inteligencia verbal y no verbal en la edad escolar. Estos hallazgos respaldan las recomendaciones nacionales e internacionales para promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y la continuación de la lactancia materna por lo menos hasta 1 año de edad", concluyen los autores.
En un editorial, Dimitri A. Christakis, del Instituto de Investigación del Hospital de Niños de Seattle (Estados Unidos), escribe: "Los autores informaron un beneficio de cociente intelectual a la edad de 7 años a partir de la lactancia de 0,35 puntos por mes en la escala verbal y 0,29 puntos por cada mes en el no verbal. Así, se espera que la lactancia materna de un bebé durante el primer año de vida aumente su cociente intelectual cerca de cuatro puntos o un tercio de una desviación estándar". Según este experto, el problema actual no es tanto que la mayoría de las mujeres no inicien la lactancia materna, sino que no la mantienen.

La Vanguardia 30/07/2013

lunes, 24 de junio de 2013

CURSO CREACIÓN DE PERSONAJES CON LA VOZ

Saludos

Os presentamos el curso de CREACIÓN DE PERSONAJES CON LA VOZ.

Se realizará el sábado 06/07/2013. La sede está por confirmar. El horario será de 10h a 14h y de 16h a 19h.

Precio del curso 80 euros.


Curso de Creación de Personajes con la Voz
A cargo de: Mónica Miralles de la Torre. Logopeda especializada en patología vocal, voz artística i voz en general;
Terapia miofuncional i RLF® (Reeducacíon Lingual Fournier). Profesora de canto. Coach Vocal. Fundadora del centro “Art&Salut de la Veu”.

Dirigido a:
Actores, Preparadores vocales vs profesores de voz y de canto, Logopeda, Cantantes, Comerciales, Conferenciantes, Locutores, Monitores, Cuenta-Cuentos…
Curso eminentemente Práctico con  la  argumentación teórica necesaria para llevar a cabo los ejercicios. El principio lúdico estará presente durante todo el curso.
·        Las personas que utilizan la voz, tanto sea a nivel lúdico como profesional, muchas veces se ven limitadas en sus recursos expresivos vocales.  En  este curso se les dotará de diferentes recursos mediante juegos actorales con la voz.
·        El logopeda vocal, como   acompañante en la búsqueda de la voz perdida del  paciente, siempre precisa de herramientas específicas para alcanzar con éxito la voz perdida. Esta voz se busca no sólo a nivel de parámetros “sanos” del sonido, sino también  en relación al carácter individual y personal del caso en cuestión, de manera que cuando se reconstruye una voz, no solo se atiende a variables como la intensidad y la frecuencia, sino también a aspectos emocionales.
·        En esta, ya la 9º Promoción del presente curso, Mónica Miralles nos propone ayudar a conseguirlo de una forma más lúdica y efectiva, jugando con diferentes registros actorales y matices relacionados con la personalidad.
·        Tras   19 años de trabajo preparando actores para el medio profesional, Mónica Miralles crea este curso dirigido en un principio a actores. Más tarde, vista la utilidad práctica de este tipo de trabajo en las sesiones de reeducación vocal, se objetiva su utilidad en la rehabilitación sanitaria eficaz, por lo que añadió matices específicos para el colectivo logopédico.

BLOQUE I:
En el presente bloque se exponen y practican consignas aisladas determinadas del personaje vocal
Objetivos:
·        Conocer-Jugar-Crear Voz y  Habla.
·        Obtener recursos concretos, de manera ágil, para aplicar a los rasgos modificables y optimizables  de la voz y el habla del paciente/cantante/del actor/profesional vocal…
·        Conseguir  recursos tímbricos concretos para vestir a un personaje de sus características particulares desde el control práxico.
·        Dotar la expresión oral de la persona de los matices del carácter que lo define como ser humano y poder variarlo a su antojo, si lo requiere, al aumentar sus competencias en el uso  (versatilidad vocal ).
·        Saber qué queremos hacer, Qué podemos hacer y Cómo hacerlo.
Contenidos:
·        Exposición y selección de aspectos principales que intervienen en la expresión oral del  paciente y/o del personaje.
·        Práctica  funcional e individual de los elementos planteados.
Metodología:
·        Análisis  y práctica de los registros vocales actorales desde el   punto de vista anatómico y funcional.
·        Manejo preciso del los órganos buco-fonatorios  para lograr los resultados deseados  sobre el Sonido y el Habla de la persona  en contraste con el personaje.
·        Fragmentación de las características de la personalidad, concediendo herramientas para una puesta en escena vocal locuaz (Práctica individual con cada asistente).
o      1.- Introducción del aspecto a trabajar.
o      2.- Ejemplo-ejecución práctica.
o      3.- Práctica. Experimentación práctica sobre el propio cuerpo . Corrección individualizada e  interacción entre los asistentes.

BLOQUE II:
Presentación:
En el Bloque II se traslada lo practicado en el bloque I a la expresión oral completa. Se escenifica vocalmente el Bloque I.
Objetivos:
·         Escenificar vocalmente el Bloque I. Puesta en escena de los recursos aprendidos.
·         Composición y diseño de personajes reales y de ficción.
·         Crear personajes con la voz construyéndolos en grupo e individualmente. 
Contenidos:
Construcción de Personajes con la Voz  poniendo de relieve las práxias y procedimientos adquiridos en el Bloque I.
Metodología:
 A) Propuestas de personajes  del ponente.
                               B) Propuestas de los asistentes: 
1.      1) Configuración del perfil de los  personajes ideados.  
2.      2) Creación sonora de los personajes con  las dinámicas anatómicas-funcionales planteadas en el  Bloque I .
C) Práctica individual vocal: interacción-performance
  

Los interesados en hacerlo tenéis que enviar un correo a centrodelavoz@centrodelavoz.com y os envíaremos el número de cuenta para que podáis hacer el ingreso y reservar plaza.

Gracias por vuestra atención.
Un saludo